BIOMASA (SUBPRODUCTOS) Y MEDIO AMBIENTE
Generación de energía mediante subproductos de origen biológico y su relación con el medio natural. Influencia en la atmósfera
La biomasa es la primera fuente de obtención de energía conocida. Se consideran en este apartado únicamente los subproductos, no los biocombustibles que se consideran en el siguiente punto.
Las materias primas para la producción de energía a partir de biomasa son fundamentalmente todas aquellas derivadas de la industria agroalimentaria y forestal: alpechines, cáscaras, podas, excrementos y purines y cualquier subproducto de origen biológico.
La obtención de energía se produce actualmente mediante la quema de la misma, utilizando el calor generado directamente para calefacción o agua caliente o indirectamente mediante la producción de electricidad.
Impacto ambiental sobre el medio ambiente
Atmósfera
Los estudios del balance de CO2, que consideran la utilización de la biomasa como fuente de energía, establecen en muchos casos que la producción de energía no genera nunca más CO2 que el consumido para el producción de la materia prima biológica de partida. Dichos análisis adolecen de simplicidad y de obviar en los cálculos aspectos tan obvios como el origen de la materia orgánica y el transporte a los puntos de incineración. Muchas veces la biomasa procede de procesos industriales o ganaderos que generan cantidades ingentes de gases de efecto invernadero entre ellos el CO2. De igual forma la recogida de los residuos y su transporte a las estaciones de quema, producen CO2 y otros gases en cantidades apreciables y que invalidan el supuesto equilibrio en la emisión de gases.
Este aspecto debe de ser tenido en cuenta y contrapuesto a la necesidad de eliminar desechos por otros métodos naturales. Muchas veces los procesos industriales generan volúmenes tan grandes de subproductos, que su introducción en el ciclo biológico resulta inviable económicamente y la alternativa ecológica mejor es su quema. En otros casos la introducción de técnicas tradicionales permite su incorporación de forma natural a los ecosistemas sin necesidad de combustión.
El balance de CO2 debe de ser considerado en conjunto con todos los factores implicados para poder valorar si su impacto ambiental es positivo en conjunto o si por el contrario el efecto de producción de energía impacta negativamente sobre el medio ambiente.
Se debe considerar también que dado el origen industrial de muchos de los subproductos utilizados, pueden aparecer en los gases generados compuestos químicos contaminantes. Un análisis detallado de las materias primas y de los gases emitidos puede aconsejar que se utilicen filtros correctores o combustiones a altas temperaturas como medidas correctoras para evitar la contaminación de la atmósfera.
Dado que la localización de las plantas de obtención de energía no está limitada, el resto de impactos ambientales pueden ser solventados mediante medidas correctoras o preventivas que atenúen o anulen el impacto sobre el medio ambiente, para ello y dependiendo de la envergadura de las instalaciones puede ser preciso someter el proyecto a evaluación de impacto ambiental.