Muchos clientes asimilan una vibración a un zumbido (muy frecuentemente en el caso de máquinas). Si no existen vibraciones significativas y apreciables (que se perciba la vibración al poner una mano sobre la superficie afectada) no le recomendamos realizar una medición de vibraciones de forma conjunta a una medición de ruido. El motivo es que esas “vibraciones” son en muchos casos ruidos de baja frecuencia. Al realizar el informe de una medición de ruido, éste lleva aparejadas una serie de correcciones por diferentes componentes del ruido. Estas correcciones o penalizaciones incrementan el valor final de la medición. Una medición de ruido recogería esas » vibraciones» . Normalmente, cuando cualquier medición acústica refleja valores por debajo de los máximos permitidos esos zumbidos o “vibraciones” no se perciben.  Las medición de vibraciones queda reservada, en la mayoría de los casos, para proyectos industriales, urbanísticos o de infraestructuras y sirven de apoyo a estudios de vibraciones, en la mayoría de los casos complejos.