CONSTRUCCIÓN BIOCLIMÁTICA
La construcción bioclimática incorpora materiales, técnicas y criterios respetuosos con el entorno y el medio ambiente. Adapta el diseño, los materiales y la orientación, a las condiciones climáticas del lugar a construir, consiguiendo minimizar el consumo de los recursos no renovables (materia y energía).
Tiene especial interés la orientación de las edificaciones que normalmente debe ser del norte al sur. Se consigue con esta orientación un ahorro energético en los períodos fríos debido a la acción más prolongada del sol sobre el edificio. La distribución interna de aconseja situar en el norte aquellas habitaciones que son habitadas con menor frecuencia. La presencia de cristaleras amplias que permitan la entrada de luz solar en la orientación sur permite un ahorro energético en iluminación y calefacción si se complementa con materiales de elevada inercia térmica.
En la construcción bioclimática se tiene también especial cuidado en la elección de materiales constructivos, exigiendo de los mismos un proceso de obtención y manufacturación acorde con el medio ambiente. Elementos constructivos como el PVC no se suelen utilizar debido a consideraciones medioambientales, no del todo claras.
Para favorecer el consumo de energía renovable se sustituyen total o parcialmente las energías tradicionales por energía solar para generar electricidad o térmica para calentar el agua de uso doméstico. El uso de aislamientos muy depurados en paredes, suelos y ventanas también persigue un importante ahorro energético.
Por otra parte, uno de los objetivos fundamentales de las viviendas bioclimáticas es la optimización de los recursos naturales. Para ello, la mejor alternativa que se presenta consiste en la sustitución de fuentes de energía no renovables por otras renovables. Por ejemplo, se pueden instalar en la vivienda placas fotovoltaicas para generar electricidad o térmicas para calentar agua, aprovechar el agua de la lluvia. Además de energías alternativas, también son necesarios sistemas que reduzcan la influencia de la temperatura externa en el interior de la casa. Por ello, para lograr una buena climatización son trascendentales unos buenos aislamientos y ventanas.
El principal inconveniente de este tipo de construcción es la mayor inversión inicial, que encarece el producto debido al mayor coste de los materiales; aunque en una cuantía cada vez menor debido a la influencia de otros factores en el precio final como el suelo o la mano de obra. A medio plazo la inversión queda rentabilizada por el ahorro en consumo energético que puede suponer un porcentaje próximo al 60%. En todo proceso urbanizador tener en cuenta estos criterios puede ayudar a respetar la naturaleza y evitar posteriores inversiones de acondicionamiento.