PAISAJISMO Y URBANISMO

La definición de la calidad paisajística plantea no pocos problemas para su cuantificación. Aunque existen métodos cuantitativos referidos a las características propias de la geometría y morfología, elementos tales como la litografía, el agua, la vegetación, el fondo, etc. hacen muy difícil una medida objetiva del paisaje.

Se requiere en muchos casos a medidas con un gran componente subjetivo que suele valorar aspectos tales como texturas, colores, variación cromática, contraste entre las partes, presencia de elementos singulares, etc.

En líneas generales y en lo referente al urbanismo se puede decir que son tres los factores que influyen fundamentalmente en la afección al paisaje.

– La altura de las construcciones.

– la forma de las edificaciones.

– Los materiales utilizados.

Aunque los Planes Generales de Ordenación Urbana dan en muchos casos referencias sobre materiales acordes con el entorno y limitan la tipología, altura y número de las edificaciones; solo el sentido común y cierta sensibilidad permiten dar con soluciones óptimas o al menos aceptables.

Una de las normas principales, y más en entornos rurales o en el caso de las edificaciones aisladas, es el respecto a las construcciones tradicionales del área de actuación, tanto en los materiales empleados como en el diseño de la construcción. El uso de materiales que muchas veces encarecen la construcción, como la piedra o la madera, son imprescindibles para mantener la unidad formal y paisajística de muchos municipios. La adecuación en colores y texturas que da el uso de materiales tradicionales también es imprescindible en muchos casos.

La distribución de las edificaciones en el espacio, respetando criterios de ordenación racionales o la interposición de barreras naturales entre las mismas y el conjunto del paisaje son también soluciones frecuentes que permiten sin un gran coste económico integrar nuevas zonas urbanizadas en núcleos urbanos consolidados o en la proximidad de espacios naturales protegidos.

El impacto paisajístico de las nuevas construcciones siempre debe de ser tenido en cuenta al ser de difícil o imposible solución una vez ejecutado. El paisaje es muchas veces un factor principal para mantener la integridad de un ecosistema o para asegurar la viabilidad económica de pueblos que tienen en la actividad turística una de sus principales fuentes de ingresos.

La integración paisajística de todo nuevo proceso urbanizador es una exigencia por motivos ambientales y económicos, y actualmente está siendo regulada por las diferentes Comunidades Autónomas que están legislando leyes del paisaje bastante estrictas y exigiendo para desarrollos urbanísticosindustriales o de infraestructuras estudios de integración paisajística que pretenden armonizar este elemento y tratarlo como uno preponderante dentro de las diferentes variables medioambientales.

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