En cualquier proceso de toma de decisiones empresariales o políticas relacionado con la energía se deben ponderar las diferentes alternativas energéticas disponibles. El objeto no es otro que el de mejorar la eficiencia energética de un proyecto o de una instalación existente.

De forma aislada, o en el contexto de una auditoría energética, la evaluación de las diferentes alternativas que se presentan es el punto más importante de todo el proceso; porque condiciona la solución final a adoptar.

Determinar el número de alternativas de una forma práctica, y no desarrollar los casi infinitos supuestos de trabajo, es algo que da la experiencia y el sentido común.

En todas las situaciones se deben valorar al menos aquellas alternativas de sustitución y de ampliación. En ambos casos deben ser económica y tecnológicamente viables.

Dentro de las de sustitución las más frecuentes son las que se generan por el cambio de equipos de climatización, industriales, de medida, lumínicos o de transporte de la energía. En estos casos, cálculos que no entrañan demasiada complejidad permiten determinar, de manera fehaciente, la elección económica óptima de una o varias de las medidas contempladas.

Las de ampliación consisten básicamente en añadir algún elemento inexistente, como puede ser cualquiera de las energías renovables disponibles o automatismos que controlen todo el ciclo de la energía. Son consideradas frecuentemente en procesos industriales o en la iluminación de alumbrado público por poner algún ejemplo.

Algunos de nuestros estudios solo contemplan situaciones sencillas, en los que el número de alternativas es reducido debido a las características del proyecto a estudiar. En otros muchos casos, que entrañan mayor complejidad, se estudian bastantes factores simultáneamente.

A modo de ejemplo, de las alternativas que contemplamos, en una industria se puede citar el de una instalación industrial que a la hora de reducir el consumo tiene que optar por sustituir las conducciones de los fluidos caloríficos de sus procesos, sustituir la maquinaria por otra más eficiente energéticamente, aplicar automatismos al proceso productivo reduciendo el consumo o instalar energía solar bajo cubierta para cubrir parte de la demanda energética de sus instalaciones.

En el caso de un edificio las decisiones pueden comprender desde la reforma de la envolvente térmica (normalmente sólo ventanas), la sustitución de los elementos de refrigeración o calefacción, la instalación de automatismos para la iluminación.

En el caso de mejorar la eficiencia energética de una instalación de alumbrado público factores como la automatización de las farolas en función del movimiento y la luz existente, el cambio de las bombillas por otras más eficientes, la generación con renovables (de parte o el total) de la energía en los tejados de edificios públicos son algunas  de las alternativas que se plantean.

En todos los casos citados anteriormente la determinación y características de las alternativas, así como su ponderación, dependen multitud de factores únicos en cada caso estudiado.

No pertenecemos a ningún grupo relacionado con la industria, la construcción, ni las energías renovables. Este factor da total independencia a los resultados de nuestros análisis de alternativas, que únicamente se basan en criterios técnicos y económicos cuantificables; o en los requerimientos previos que nos haga.

Si precisa realizar un análisis de alternativas energéticas de su municipio, de su edificio o de su industria contacte con nosotros. Le asesoraremos con profesionalidad de los pasos a seguir y le preparemos un presupuesto sin ningún compromiso.