PLANES DE REFORMA INTERIOR (PRI)
El desarrollo de un Plan de Reforma Interior incluido en los Planes Generales de Ordenación Urbana requiere atenerse a condicionantes medioambientales de un origen muy diverso.
Para el desarrollo de muchos de los Planes de Reforma Interior, se exigen Informes de Sostenibilidad Ambiental demandados por la Ley 9/2006, de 28 de abril, sobre evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente; y según la comunidad autónoma estudios específicos de contaminación de suelos, condiciones acústicas, situación hidrológica, paisaje, flora y fauna, arqueología, etc.
Uno de los aspectos limitantes es la existencia de cauces de agua o la existencia de acuíferos en los terrenos a desarrollar el Plan de Sectorización, que exigen la preparación de estudios hidrológicos demandados por las diferentes confederaciones hidrográficas para prever la inundabilidad de los terrenos y la calidad de las aguas vertidas una vez desarrollado el plan.
Otro de los aspectos que deben de ser tenidos en cuenta con frecuencia es el nivel de ruidos de la actividad proyectada, circunstancia limitada por reglamentaciones locales o autonómicas. Se precisa en muchos casos de estudios acústicos que aseguren la calidad de los niveles acústicos. En este aspecto debe de ser tenida en cuenta la existencia de infraestructuras previas, tales como carreteras u otras fuentes emisoras de ruido para articular medidas correctoras que permitan que las futuras viviendas no se vean sometidas a niveles acústicos elevados.
La integración en el paisaje de las futuras construcciones es además de una exigencia de las normas urbanísticas un aspecto medioambiental a considerar. En mayor medida en entornos rurales especialmente conservados o en los que existan parajes naturales con alguna figura de protección.
La ordenación de zonas a urbanizar, zonas de servicios y zonas verdesde forma racional permite muchas veces eliminar o minimizar efectos indeseados en los aspectos anteriores. La localización de zonas verdes entre las edificaciones y las infraestructuras ejerce un efecto barrera que en muchos casos elimina problemas de ruido o impactospaisajísticos sin necesidad de medidas complementarias. En otros casos permite integrar algún elemento singular (un árbol, una ermita, etc.) en un entorno urbano asegurando su protección.
Los Planes de Reforma Interior pueden también incluir en el estudio ambiental consideraciones respecto al futuro desarrollo de las obras, con el objeto de articular medidas preventivas y correctoras que aseguren que la gestión, de los materiales de construcción y los escombros procedentes de construcciones previas, es correcta y medioambientalmente admisible. Estableces planes de gestión de residuos es imprescindible para asegurar la preservación del medio ambiente.
Los aspectos de conservación del patrimonio cultural y arqueológico se aseguran mediante estudios específicos, cuyo fin es detectar la presencia de restos en el subsuelo antes de empezar cualquier tipo de actuación; delimitando si fuera necesario zonas de reserva arqueológica.
Introducir un estudio ambiental integral en un Plan de Reforma Interior asegura con la suficiente antelación la detección de posibles problemas medioambientales y la asunción de un planeamiento urbanístico adecuado desde el primer momento. Evitando en muchos casos demoras en el desarrollo del mismo o modificaciones durante su implantación.